Pasos para realizar una extracción de Hachís en seco

Existen dos métodos para separar la resina, la extracción en seco o “Dry Sift” y la extracción con agua y hielo o “iceolator”. Ambos son efectivos, pero en este caso nos vamos a centrar en la extracción en seco. Puedes encontrar diversas máquinas destinadas a la extracción de resina en nuestro grow.

¿Cómo extraer hachís en seco?

En primer lugar, la extracción en seco o “Dry sift” corresponde con el método utilizado para separar de forma mecánica los tricomas de la materia vegetal mediante el uso de tamices, fricción o energía cinética, los cuales facilitan la separación de los tricomas de la materia vegetal. Este método, llevado a cabo al extremo, es considerado por muchos “connoisseurs” el mejor, dado que el tricoma no entra en contacto con ninguna sustancia ajena al cannabis por lo que los terpenos más volátiles no se pierden, como puede suceder en el caso del iceolator, donde al mojar los tricomas, aceites muy volátiles pueden quedar retenidos en el agua, o evaporarse al secarse.

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Métodos de tamizado de hachís en seco:

Shakers:

Tamices relativamente pequeños compuestos por un bote de plástico o metacrilato, generalmente, con una única malla que suele estar fija y tensa en el medio de este, la cual oscila entre 150u y 120u, por ejemplo, el Hash Shaker disponible en tres tamaños o el Polen Maker. La finalidad de este sencillo tamiz es rellenar ¾ partes de una de las mitades de este recipiente con flores o “trim” previamente congelado (Recomendamos congelar el shaker también) y agitar hasta obtener en el otro lado nuestro tan preciado hachís.

Para obtener buen resultado recomendamos medir el tiempo de agitación de la materia vegetal e incluso hacer varias pasadas con distintos tiempos que variaran en función de la variedad, la humedad residual de las flores, cantidad de resina o incluso el propio cultivador, ya que no es igual la resina que obtiene un cultivador experto, que un cultivador principiante.

Bolsas de extracción:

Bolsas con mallas de nylon en distintos micrajes desde 220u hasta 25u, Como por ejemplo las mallas de Pure Extract Park, en las cuales introduces la materia vegetal previamente congelada (recomendamos 220u para materia vegetal) para agitar encima de una superficie plana, donde recogeremos nuestro hash.

Una vez recojamos el polvo resultante, podemos compactarlo para fumarlo o dejarlo en polvo al gusto; o podemos filtrar el polvo resultante a través de mallas con micrajes más pequeños con el fin de limpiar el polvo de impurezas y contaminantes, para así aumentar la calidad final del producto, teniendo en cuenta que las mallas de 220u a 160u suelen usarse de filtro para quitar ceras, materia vegetal y demás contaminantes de nuestro hash y las mallas de 120u a 25u es donde recogeremos nuestras distintas calidades (además de refinar el polvo más y más). Procederemos introduciendo el polvo en dichas mallas y lo que pase a través de esta lo recribaremos en la malla siguiente.

Por ejemplo, introducimos el polvo resultante de 160u (el que atravesó esta malla) en una malla de 90u, agitaremos sin miedo, enérgicamente encima de una superficie plana hasta que deje de salir polvo, esto es un indicativo de que el polvo resultante dentro de esta malla no tiene partículas inferiores a 90u ni superiores a 160u. El polvo que atraviese este micraje, es decir, el que cayó en la superficie plana, se puede desechar, usar para cocinar, o recribar en una malla de micraje inferior. Para retamizarlo repetiremos operación con la malla de 45u o 25u.

Recomendamos llevar a cabo este proceso en un lugar frío a ser posible para obtener mejores resultados.

Hielo seco:

Dentro de esta técnica de separación de tricomas mediante bolsas con distinto micraje, podemos añadir un “tip” que facilitará la separación de nuestro hash inicial, incorporando a esta técnica la adición de hielo seco a la bolsa que contiene la materia vegetal con el propósito de mejorar la separación de nuestras glándulas. ¿Por qué hielo seco? Porque este es Co2 en estado sólido, congelado a temperaturas cercanas a los -80ºC, por lo que este hielo pasa directamente de un estado sólido, a un estado gaseoso sin dejar ningún contaminante liquido o gaseoso en nuestra extracción, ayudando a la separación de los tricomas de las flores/trim.

Hay que tener cuidado al trabajar con este tipo de material ya que las temperaturas son tan bajas que puede llegar a quemar nuestra piel o dañar nuestra vista, por lo que recomendamos el uso de gafas (esquí/moto o del estilo) para no dañar nuestros ojos con el frio vapor que expulsa este tipo de hielo y guantes de silicona o de cocina para poder manipular el hielo de la mejor manera posible sin riesgo de sufrir quemaduras en la piel.

Pantallas / Dry Sift Screens:

Este método consiste en tamizar nuestra materia vegetal utilizando marcos entelados con distinto micraje que permiten obtener una extracción de alta calidad. Este método proviene de Afganistán, donde, a diferencia de marruecos, el hash se separa de la planta frotando las flores de esta encima de una malla tensa, obteniendo así menos materia vegetal en nuestro hash. Podemos decir que esta técnica es una evolución del método tradicional.

Pese a ser un método antiguo, no es muy conocido y es, hasta ahora, el método de cribado mas eficaz, aunque requiere paciencia, tiempo y como no, sacrificar mucha materia vegetal hasta dar con el resultado deseado. Para cribar el hash resultante debemos ayudarnos de una tarjeta con la que moveremos suavemente el hash, ni mas ni menos que juntándolo y volviendo a separarlo sobre la malla correspondiente, de tal manera que partes pasarán a través de esta y partes no. Las mallas con micraje superior a 160u suelen usarse de filtro, desechando lo que queda encima de estas y refiltrando lo que pase a través de sus telas por las mallas de menos micraje a estos. Consiste en hacer movimientos amplios de muñeca, juntando y separando nuestro hash para que se refine debidamente.

Al final hay que conseguir un resultado próximo a un 99,9% cabezas glandulares. Esta técnica es muy precisa, pero requiere paciencia, limpieza y buen hacer, por lo que recomendamos el uso de brochas y guantes de nitrilo.

Static tech:

Esta técnica suele ir unida al uso de Dry sift screens, ya que una vez el polvo se haya filtrado a través de las mallas podremos refinarlo a un nivel superior con electricidad estática, consiguiendo una concentración de 99,9% de cabezas de tricomas en nuestro hash en un tiempo récord.

Esta técnica consiste en generar fricción en las pantallas (frotando un rodillo envuelto en papel de horno, incluso una carcasa de video o CD envuelta en papel de horno, un guante de nitrilo inflado o frotando el guante con la mano introducida en este, siempre procediendo muy suavemente encima de la pantalla) dado que la tela de estas es sintética y está tensa, esa fricción genera una electricidad estática que hace que se separen las cabezas de los tricomas de los tallos de estos que las unen con la planta, junto a demás pequeñas partículas de materia vegetal, las cuales no segregan ninguna sustancia y son considerados impurezas dentro de nuestro dry sift.

Apaleado:

Técnica muy sencilla, utilizada en las montañas del Rif en Marruecos, recuerda a tocar un tambor ya que la resina se separa de la materia vegetal golpeando esta materia verde con palos suave pero enérgicamente, como si de un tambor se tratase. Para ello utilizaremos un recipiente similar a un bol para ensalada, preferiblemente más grande que uno de estos, aunque eso ya dependerá de los gustos de cada uno y de la cantidad de materia vegetal a tamizar; necesitaremos una malla tamiz Dry Sift entre 220u y 150u la cual utilizaremos para recubrir el bol y poner nuestra materia de partida encima de esta, tensando bien la malla para evitar holguras a la hora de tamizar, ya que estas solo harán que el resultado no sea el que debiera, o por aumento de impurezas, o por simplemente disminuir el retorno que debiera darnos al quedar parte de la resina atrapada en estas holguras. Existen soluciones como el CannaFlex pensado para ofrecer una base sobre la que trabajar esta técnica.

Hay personas que dan una vuelta a la malla alrededor del bol y otras personas dan hasta tres vueltas, incluso alguna más, con el fin de conseguir una resina más refinada que si diéramos una sola vuelta; y por último necesitaremos un plástico, o similar, con el que recubriremos la materia vegetal para proceder a golpearla con varas que tengamos a mano. Como siempre, recomendamos hacer esto con la materia vegetal previamente congelada y en un lugar lo más frio posible para así facilitar la separación de nuestras tan preciadas glándulas.

Temperatura:

La mejor manera de trabajar el hash en seco es en sala frigorífica con temperaturas entre 0ºC y -10ºC, donde las glándulas se congelan con facilidad volviéndose un polvo estable que no se rompe ni se pega a las mallas que usemos para llevar a cabo nuestra extracción. En caso de no tener la posibilidad de usar este tipo de salas, dadas su alto coste, podemos utilizar la temperatura de las noches de invierno o incluso ayudarnos de un aire acondicionado, el cual no deja la temperatura tan baja, pero puede sernos útil en caso de no tener otra manera de obtener frio.

Otro modo de conseguir el frio deseado es trabajar en arcones o congeladores, pero hay que tener en cuenta que si tienes estos abiertos mucho tiempo se pueden estropear por que has de tener cuidado con los tiempos para evitar que estas máquinas puedan llegar a romperse. Teniendo en cuenta que trabajamos con material de calidad y tomando 22ºC como temperatura “ambiente”, podemos decir que a esta temperatura el hash es muy difícil de manejar, las glándulas se derriten y a veces se hace imposible separarlas y refinar el polvo.

A partir de los 15/14ºC, las glándulas comienzan a endurecerse, y el polvo empieza a ser más o menos estable, aunque no todo lo estable que sería en caso de temperaturas bajo 0. A partir de los 8ºC hasta los 0ºC la resina comienza a ser un polvo verdaderamente estable, incluso tratándose de variedades con resina especialmente pegajosa; y por último, a partir de 0ºC hasta -10ºC, cada tricoma de manera individual, sería tan duro como una piedra, permitiéndonos manejar el polvo sin miedo a que este se derrita o se pegue a la malla o incluso entre sí.

En el caso del iceolator, pese al uso de hielos, la temperatura de la habitación en la que se trabaje será determinante de la duración de los hielos sin derretirse, lo que se traducirá en una mayor o menor eficiencia durante el proceso de separación. También mejorará la eficiencia a la hora de recolectar la resina ya que a temperaturas más bajas el tricoma es más estable, por lo que, una temperatura baja, podrá facilitar nuestro trabajo a la hora de colectar nuestros tricomas.

Material de partida:

El material de partida puede que sea de los puntos mas importantes a la hora de llevar a cabo cualquier extracción, ya que no es lo mismo utilizar flores de primera calidad o utilizar flores más de la media; como no será lo mismo utilizar flores de primera o trim de estas; al igual que el grado de humedad/sequedad de la materia de partida. Una cosa tenemos clara, “Fire in, Fire out”.

Lo difícil es conseguir resultados óptimos con mid-grades, cosa que es posible pese a que hace falta mucha experiencia y conocimiento del proceso.Primera calidad: obviamente trabajando con flores de calidad, el resultado será de calidad, sobre todo si la manera de proceder es la adecuada en función de la situación. Cuando hablamos de situación, nos referimos al estado de la materia de partida, temperatura ambiente (de la cual he hablado con anterioridad), genética, Etc.

Estado de la materia: El estado de la materia es lo que va a garantizar en gran medida el resultado que obtengamos. En cuanto al estado de la materia distinguimos 3 estados válidos para hacer cualquier extracción:

Seco: material seco, crujiente al tacto, la resina se desprende con facilidad, aunque, en algunos casos, la resina puede perder demasiadas cualidades si el secado es excesivo, evaporándose gran parte de los terpenos más volátiles, además de perder una parte considerable de THC, dado que este ha derivado en otros cannabinoides con otras propiedades diferentes, como el CBN con efecto más narcótico (En este caso el THC perdería una molécula de carbono y esta sería reemplazada por una de Hidrógeno, este proceso se llama descarboxilación), o el CBD con amplio valor medicinal (en el cual se transforma por medio de un proceso de oxidación). La ventaja que tiene es que el tricoma, al estar más seco, este se desprende mejor, y al no “grasear” tanto el retorno es bastante mayor, debido a que no perdemos tricomas en el proceso, y menos si el material está previamente congelado.

Semi-fresh: “En el medio esta la virtud”. Este punto de la materia sería el idóneo para una gran mayoría de extractores, ya que el que trabaja el cannabis en este estado, busca máxima calidad y un rendimiento considerable. No es tan fácil como poner hierba a medio secar, después congelarla y punto, hay que trabajar que la hierba esté seca, pero sin perder el toque de esponjosidad y de humedad que va a mantener nuestros tricomas pegajosos y apestosos.
Trabajar este material sin perder retorno es difícil sin sala de frio, ya que la materia verde se descongela fácilmente al tacto, por lo que hemos de trabajarlo rápido manteniendo un buen timing.

El resultado tras una refinación llevada al máximo, suele ser un polvo, que a temperatura ambiente termina por apelmazarse incluso derretirse, de olor fuerte y poco estable si no es en frio.

Fresh/Frozen Sift: Este estado es casi imposible trabajarlo sin sala de frio, ya que el polvo que resulta es muy pegajoso incluso a temperaturas entre 10ºC y 5ºC, es muy apestoso y si no se trata debidamente puede albergar aún clorofila que nos afecte al sabor y al aspecto de la resina, por lo que es recomendable practicar hasta dar con lo que más se ajuste a nuestros gustos.

Genética: cuando oyes “Esta es una genética para hacer hachís…” no se refiere a que haya una etiqueta que lo defina de tal modo, hay varios aspectos por los que podríamos calificar una planta como planta apta para obtener hash de ella. Con cualquier planta de cannabis, es viable sacar hachís, pero no con todas obtenemos los mismos resultados.

¿Que buscar en una planta para hacer hachís?

Cantidad de resina: el indicativo principal a la hora de escoger una variedad para hacer hash, o cualquier extracción, es la cantidad de resina de las flores/trim, lo que determinará, en gran medida, el resultado final en cuanto a cantidad de hash por gramo de materia verde. Aunque muchas veces la cantidad de tricomas no asegura siempre la cantidad de hash final, ya que hay tricomas que no secretan ningún tipo de sustancia, por lo que solo aumentarían las impurezas de nuestro hash y de la misma manera, cuando limpiamos ese hash y recogemos solo lo que nos interesa, obtenemos una cantidad ridícula de lo que podría decirse que “vale”, por ello estaría bien observar mediante lupa de aumento el tipo de tricoma que predomina en esas flores, antes de nada.

Olor: otra cosa muy valorada, aunque muy subjetiva, es el olor de las flores o de la resina. Uno de los aspectos más valoradas por quienes se dedican a las extracciones, es el olor que presentan sus trabajos el cual sirve de carta de presentación de estos. Generalmente los olores fuertes y penetrantes suelen ser los más buscados, aunque hay personas que prefieren perfiles de olor más intermedios, no tan empalagosos.

Tipo de tricomas/tamaño/Forma: otro aspecto muy importante a la hora de seleccionar una genética, o unas flores, de las cuales obtendremos hash, será el tipo de tricoma, con tipo no me refiero solo a que sea un tricoma glandular capitado pedunculado, que son los más buscados por los extractores (sésiles y bulbosos también, pero en menor medida), si no el tamaño de las cabezas de estos, a mayor tamaño de la cabeza mayor cantidad de cannabinoides y de terpenos poseerá el tricoma; el grosor de la pared celular que forma la cabeza del tricoma es otro punto para tener en cuenta en cuanto a la estructura tricoma, ya que una pared celular fina significara que el tricoma es más débil y sensible a la presión, mientras que una pared celular más gruesa, por el contrario, se resumirá en cabezas más duras y resistentes a la presión, sobre todo a bajas temperaturas. No es un punto determinante, pero si hay que tenerlo en cuenta para proceder de un modo o de otro.

Sabor: Otro de los factores más importantes y último de la lista, es el sabor, ya que al final, todo consumidor de hash o cannabis va a saborear esa resina en la cual percibirá unos aspectos u otros respecto al sabor, que podrán llamarle más o menos la atención y serán determinantes a la hora de generar la necesidad de repetir ese sabor o no de manera inconsciente en la mente de este consumidor. por lo que podemos decir que este criterio de valoración a la hora de elegir sería el más importante junto a la cantidad de resina, ya que al final es del cual depende que esté buena nuestra resina.

¿Es bueno prensar polen en seco?

Esto es dependiendo del resultado final que pretendas obtener, el producto es el mismo. El producto desarrolla diferentes matices según se prense o no, lo que queda claro es que hay gente que considera un error prensarlo y gente que considera todo lo contrario.

Cuando lo prensas el tricoma se rompe y libera sus aceites, se produce el proceso de nucleación y se oxidan y se mezclan esos aceites, además, pierde gran parte del agua que contienen los tricomas en el interior. Por tanto, los matices serán más fuertes que sin prensar. La tonalidad da la sensación de más pureza y en vaporizador podrás diferenciar de menor manera los matices.

Sin prensar y vaporizado podremos diferenciar los matices de la genética elegida de mejor manera.

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